Una fábrica es uno de los lugares que mejor representa el modelo de trabajo contemporáneo. En ellas los trabajadores se someten voluntariamente al proceso de cosificación que demanda la producción en cadena, siendo en muchos casos sitios peligrosos, estresantes y con un régimen de sanciones al margen de lo público. El tiempo allí entra en un paréntesis y las jornadas laborales se extienden creativamente con el uso de las horas extras (...) Para contextualizar estos espacios Puta fábrica es un cómic imprescindible.