Tengo en mis manos la copia mas perfecta del
#18 de Batman (1943 Golden Age) que un coleccionista podría soñar poseer. Pagué por ella 175 dólares (el duro trabajo de cuatro días). ¿Estoy enfermo? ¡Que alguien me lo diga! Mi problema comenzó cuando tenía nueve años de edad. Mi madre me daba un cuarto de dólar cada semana para mis gastos, y mientras mis hermanos se gastaban el dinero en dulces y refrescos, yo solo compraba dos cosas: Un dulce gigante de 10 centavos y un comic-book de doce centavos.