Google ha dado un paso más allá hacia el empobrecimiento comunicacional con su aplicación de mensajería instantánea. Una de sus virtudes es que es "inteligente". Por ejemplo, un amigo nos envía una foto de su perro en casa y la aplicación es capaz de analizar la foto. Y de proponernos varias respuestas precocinadas: "Qué mascota tan adorable", "Es un labrador precioso", (...) La "inteligencia artificial de Google" en realidad está indicando qué es lo que se espera que respondamos poniéndolo a un click de distancia.
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