Tranquila jornada de trabajo la que se esperaba en la turbera de Silkeborg (Dinamarca) aquella mañana de mayo de 1950. Nada hacía sospechar que lo que iban a extraer esa mañana distaba mucho de ser la turba habitual: el cuerpo sin vida de un hombre.
|
etiquetas: investigación , momias , arqueología