Según publica la revista científica Cell, se debe a una anomalía genética recientemente descubierta por unos investigadores de la Universidad Rockefeller de Nueva York. Y no es una cuestión de ser vago y perezoso, sino que se debe a una mutación de un gen del reloj de nuestro cuerpo llamado CRY1, según el cual algunas personas simplemente están programadas para funcionar de 2 a 2,5 horas más despacio que el resto de la población.
|
etiquetas: sueño , dormir