Entre el Valle del Lecrín y la zona baja de Las Alpujarras se encuentra Tablate o, mejor dicho, los pedazos desvencijados de lo que fue un pueblo granadino. Su apacible silencio solo es roto por el viento que se cuela entre los restos de memoria familiar que aún rezuma entre baldosas cubiertas de malas hierbas y las migajas del último mobiliario.
|
etiquetas: pueblos abandonados , mundo rural , granada