Bien sabido que la angula del cantabrico es la más apreciada culinariamente, y de éstas la del río Nalón se llevan la palma, con diferencia es el manjar más caro de las Navidades, llegando a los 5.000 euros el kilo (puesta en mesa, 1200 en rula) en muchos casos. Hoy a 2007, hemos llegado al punto donde se especula ya sobre la desaparición tras siglos de pesca intensiva sin tregua. Una triste noticia, no para los manteles sino para el planeta entero y los ecosistemas.
Comentarios
Para mi que son las nutrtias, que se comen a todos esos bichos: (nutria-consigue-abandonar-lista-especies-vulnerables)
Nos quedamos sin angulas, sin bocartes... :_(
Y sin santiaguinos
Oh, qué pena, se acaban... ya no podré seguir comiéndomelas.
Parece mentira que haya tanta hipocresía.
Y buitrez
#2 Los santiaguinos deben estar todos en el acuario de Gijón, hay un estanque llenito de ellos.