«Estaba sentada en el balcón cuando la aeronave volaba sobre el tejado. Entonces sonó un ruido de miedo, un estruendo terrible. Los del edificio de enfrente comprobaron cómo saltaron las tejas al paso del avión. Es algo que ya ha ocurrido más veces, en función de la dirección del viento y de la de procedencia de los aparatos», explica Rufina Rike, vecina del cuarto piso del número 7 de la Avenida de Mungialde de Derio.
Comentarios
Estoy salidísimo, había leido "Cuando pasó el avión, me saltaron las tetas"...
Pues yo pensé que igual es que la vecina le molaba al piloto y por eso "le tiró los tejos"...
Pasa en las mejores familias,don't guarri!