El cura de Ponga aplica a los pequeños feligreses un sistema de puntos según su asistencia o colaboración a los servicios religiosos. Concede cinco puntos por tocar las campanas, diez por leer en la eucaristía,etc…y luego esos puntos son intercambiables por juguetes o cromos. Quizás no esté lejana la aplicación de un sistema de carné por puntos a los católicos en que la comisión de pecados cierre las puertas del templo o del cielo.
Comentarios
Mas que carnet por puntos suena a los puntos para renovar móviles en ciertas compañias de teléfonos...
Pues a mi me suena a soborno. A manipulación de mentes infantiles.
Uy! estos curas q se implican tanto por el lavado de cerebro de los niños, haciendoles creer que yendo a misa ganan algo, me resulta muy sospechoso.
Muy divertida la comparación de la Iglesia y la Administración...¡Dónde iremos a parar!