Se sabía que el efecto de un buen maestro en párvulos es grande a corto plazo. Pero en secundaria, los niños que tuvieron una excelente primera educación lo hacen solo ligeramente mejor que los demás; aunque la investigación del efecto dilución se basa principalmente en las notas escolares como única medida, sin utilizar un conjunto más amplio de indicadores. Estudiando las trayectorias vitales como adulto de aquellos párvulos que lo hacían muy bien con cuatro años se llega a otra conclusión: el valor de la educación. Valor monetario, incluso.
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EL CASO DE LOS PARVULISTAS DE 320.000 DOLARES
¿Cuánto afectan tu parvulista y tus compañeros de primaria al resto de tu vida?
Los economistas han pensado siempre que la respuesta era que no mucho. Grandes maestros e infancia temprana pueden tener un gran efecto a corto plazo. Pero el impacto tiende a diluirse. En secundaria, los niños que tuvieron una excelente primera educación lo hacen solo ligeramente mejor que los demás, lo que lleva a la desmoralizante pregunta de qué diferencia pueden en realidad marcar maestros y escuelas.
De todas formas, siempre ha habido un pero en la investigación del efecto dilución. Se basa principalmente en las notas escolares como única medida, sin utilizar un conjunto más amplio de indicadores. Como dice Raj, Chetty, un economista de Harvard, “en realidad no nos importan las notas. Nos interesan los resultados como adulto”.
A principio de año, Chetty y otros cinco investigadores se pusieron a llenar ese vacío. Examinaron las trayectorias vitales de casi 12.000 niños que habían sido parte de un conocido experimento educativo en Tennesse en los años 1980. Los niños tienen ahora alrededor de 30 años, bien entrados en su vida adulta.
El martes, el señor Chetty presentó las conclusiones (todavía no revisadas por otros estudiosos) en una conferencia académica en Cambridge, Mass. Son bastante explosivas.
Igual que otros experimentos, el de Tennessee demostró que unos maestros hacen que los niños aprendan muchísimo más que otros. Y como otros muchos estudios, el efecto desaparecía al alcanzar la secundaria, según las notas. Pero cuando Chetty y sus colegas echaron otra mirada a los alumnos en la edad adulta, descubrieron que el legado del parvulario había re-emergido.
Los niños que habían aprendido mucho más en el parvulario tenían más probabilidades de ir a la universidad que los que otros. También tenían menos probabilidades de convertirse en padres o madres solteros. Resultaba más probable que estuviesen ahorrando para la jubilación. Y quizás lo más impactante, ganaban más.
A resto de variables constantes, ganaban 100 dólares más al año a la edad de 27 por cada percentil en el que subían en la distribución de los resultados conseguidos en el parvulario. Un niño que pasara de medio al percentil 60 (un salto típico para un niño de 5 años con un buen maestro) puede esperar ganar 1000 dólares más al año a la edad de 27 que aquel que en el parvulario se quedó en la media. El efecto parece crecer con el paso del tiempo.
Los economistas no pretenden saber las causas exactas. Pero no es difícil hacer algunas suposiciones plausibles. Una buena educación temprana puede darles habilidades que duran toda la vida: paciencia, disciplina, modales, perseverancia. Los tests a los niños de 5 años pueden reflejar estas cualidades, mientras que los exámenes de más mayores no las recogen.
Ahora mismo es un momento particularmente bueno para un estudio como este: con la economía terriblemente débil, mucha gente está comprensiblemente insegura sobre el valor de la educación. Ven como incluso graduados universitarios han perdido su trabajo durante la recesión.
No pasa una semana sin que un periódico o una televisión saque un informe que diga que la educación está sobrevalorada. Citan a grupos liberales, como el Instituto de Política Económica, que dicen que la educación no puede proteger a los trabajadores en una economía globalizada. O citan a conservadores como Charles Murray y Rameshu Ponnuru, que dicen que los que no tienen un título universitario es porque no son suficientemente listos para lograrlo.
Pero los argumentos anti-educación suelen apoyarse en una combinación de anécdotas y hechos selectivos. En realidad, la diferencia entre el salario de los graduados universitarios y los demás creció hasta un nivel record el año pasado, según el departamento de trabajo, y el paro ha crecido muchísimo más para los no formados.
Esto no es solo porque los listos (la gente que lo haría bien en cualquier caso) suele terminar la universidad. La educación en sí marca una diferencia. Una gran línea de investigación económica de Julie Berry Cullen, James Heckman, Philip Oreopoulos y muchos otros, ya lo ha demostrado. El estudio de Chetty es una prueba más.
El problema crucial a resolver es la relación causa-efecto. ¿Los que lo hacen bien el parvulario están destinados a una vida mejor por quienes son? ¿O los maestros y compañeros les cambian?
El experimento de Tennessee, conocido como Project Star, ofreció una respuesta al asignar al azar a los niños a cada clase de parvulario. El resultado es que las clases tenían una composición socieconómica similar y se podían esperar resultados similares de todas ellas en las pruebas realizadas al final del parvulario.
Pero fue así. Unas clases lo hicieron mucho mejor que otras. Las diferencias era demasiado grandes para explicarlas por el azar. Luego, las mismas clases progresaron mucho más rápido en primero, segundo y tercero de primaria.
El tamaño de la clase (que era la variable clave en el experimento Project Star) evidentemente tenía su papel. Los de las clases de 13 a 17 lo hicieron mejor que los de 22 a 25. Los compañeros también contaban. En clases con un status socieconómico algo mejor, los resultados fueron un poco mejores.
Pero ninguno de los factores podía explicar las variaciones en resultados. Así que la explicación era otra: los maestros.
Unos eran altamente efectivos. Otros no. Y las diferencias afectan a los alumnos durante años.
Cuando le pregunté a Douglas Staiger, un economista de Darthmouth que estudia la educación, qué pensaba de este estudio, le pareció fascinante, y potencialmente importante. “La preocupación es que la educación no se convertía en dinero. Pero esto nos dice que sí lo hace, y que lo del efecto dilución nos estaba engañando en cierto sentido”.
Chetty y sus colegas (uno de los cuales, Emmanuel Saez, ganó el premio a mejor investigador económico de menos de 40 años) estiman que un buen parvulista vale 320.000 dólares al año. El valor actualizado del dinero que una clase entera de sus alumnos puede esperar ganar de más a lo largo de sus vidas. La estimación no incluye beneficios sociales como mejor saludo o menos criminalidad.
Está claro que los parvulistas no van a empezar a ganar 320.000 dólares en los próximos tiempos. De todas formas, las autoridades educativas pueden hacer más de lo que hacen.
Pueden pagar mejor a los maestros, como va a empezar a hacer Pittsburg, y darles el apoyo que se merecen. Pueden despedir a más maestros malos, como Michelle Rhee, la directora de colegios de Washington hizo la semana pasada. También pueden establecer tests normalizados, que de verdad midan la habilidad de los estudiantes y de los profesores, como piden los sindicatos de profesores.
Con las presiones presupuestarias de hoy en día, será difícil encontrar dinero para nuevos programas. Razón de mas para centrarse en invertir los recursos escasos en beneficios que no se van a diluir.
#1 Primera vez en mi vida que veo esa palabra, "parvulista". Qué fea que suena!
#10 Serás demasiado joven. Mi madre trabajó como parvulista 40 años.
#11 para mi siempre fueron maestros (de párvulos), nunca eso de "parvulista". En qué país es de uso común este término?
Y joven, pues no mucho.
#12 Pues no estarás muy metido en el mundillo educativo. Mi madre ejerció toda su carrera en la provincia de Murcia...
¿Tampoco te suena el término "parvulario" para referirse a las clases de infantil en los colegios?
#13 Por aquí decíamos "parvulito"
#13 Me uno a #14 y #15. Parvulario como forma culta. Parvulitos o clase de párvulos como forma más normal. Nunca, pero nunca nunca, parvulista.
Y por cierto, estoy metido casi de lleno en el mundillo educativo
"No pasa una semana sin que un periódico o una televisión saque un informe que diga que la educación está sobrevalorada. Citan a grupos liberales, como el Instituto de Política Económica, que dicen que la educación no puede proteger a los trabajadores en una economía globalizada [...] Pero los argumentos anti-educación suelen apoyarse en una combinación de anécdotas y hechos selectivos. "
Vaya, han descubierto lo básico. Los (ultra)liberales siempre han sido así unos frivolos que llegan a sus conclusiones a base de cuatro tonterías, no de un análisis riguroso de la realidad. El mismo John Nash (matemático y premio nobel) demostró que siempre es mucho más útil en un grupo que el grupo busque su mayor beneficio, que no que los individuos busquen individualmente su beneficio. Esto aplicado a la economía y a otros tópicos defendidos por los liberales es pura y simplemente dinamita para su ideología.
Un beso para mi profesora de parvulitos, Srta. Estrella.
Resultaría interesante un estudio que comparara los resultados de los se han escolarizado a edad temprana con los que no han empezado en el cole hasta primaria, por ejemplo...
La diferencia entre un padre bueno y uno malo tiene repercusiones durante toda la vida adulta.
La diferencia entre una alimentación buena y una mala tiene repercusiones durante toda la vida adulta.
La diferencia entre un médico bueno y uno malo tiene repercusiones durante toda la vida adulta.
La diferencia...
#9 A mi no me parecen tan obvias esas afirmaciones y creo que necesitan ser probadas. Este artículo demuestra una de ellas. En concreto que la formación de parvulitos tiene una importancia fundamental en, por ejemplo, el salario medio, no me parece en absoluto nada obvia. Y aunque pudiera serlo las cosas necesitan ser probadas bien, porque como se deduce del artículo mirado por encima se diría que tiene una influencia nula, y nada más lejos de la realidad.
#9
Es así, lo que ocurre en las etapas mas tempranas tiene repercusion durante toda la vida adulta debido a que el individuo esta en una fase de desarrollo.
Por ejemplo si el niño no recibe la alimentacion que requiere, su cerebro no se desarrollará normalmente e invitablemente sufrirá graves deficiencias intelectuales.
Ya era hora de que lo reconocieran
Yo conozco "párvulo" y su diminutivo "parvulito", así como "parvulario". Pero tampoco había escuchado ni leído nunca, al menos que recuerde, el término "parvulista". Igual se utiliza dependiendo de las zonas, no sé.
Gracias a mis profesoras soy maestra... pero no por lo bien que se portaron... fue al contrario... siempre tuve en mente que algún día ejercería esta profesión para que no se repitieran canalladas como las que nos hicieron pasar...(burlas,gritos,vejaciones, etc)...estuve muchos años enferma de los nervios y con principios de úlcera con sólo 7 años...marcó mi vida y siempre fui introvertida por miedo hacer o decir algo malo... ahora me doy cuenta de las barbaridades y sus "principios" para enseñar...en fin... sólo espero que el karma se encargue de ellas.
Yo creo que es muy importante tener buenas maestros y profesores en tempranadas edades. Pero es una impresión, no un hecho probado.
#5 ¿Comentando sin leer? Justamente el meneo va sobre un estudio que aparente lo ha probado por primera vez.
#6 ¿Que esperas de alguien con ese nick?
#6 Me exprese mal. Quise decir que esa era mi opinión, y mi opinión, desde luego, no es un hecho probado. Ahora bien, entre líneas, se entiende (o yo quise dar a entender) algo así como: ¡Por fin se ha demostrado lo que yo pensaba que era verdad pero no tenía pruebas!
Un saludo.
meneo por la palabra "párvulos".
Me temo que es cierto lo que afirman en el articulo.
Con la preparación que tienen los magisterios españoles... vamos buenos.
dar plastilina, pulir plastilina
ahora querrán que les pagen más por que tienen mayor responsabilidad y si no lo hacen irán a huelga.