«Esto es un atraco, déme el dinero y una caja de viagra!» fueron las palabras que aquel atracador pronunció a media voz, como siempre hablaba, ya fuese para pedir la viagra o para explicar que en la mano llevaba un artefacto explosivo que estaba dispuesto a detonar si no accedían a sus exigencias, en una farmacia de Arahal, Sevilla.
Comentarios
El atraco no le excitaba lo suficiente.
voto WTF ya!!!!
fomisimo