No es el primer fanático que decide tatuarse una imagen de su gadget favorito en algún rincón del cuerpo, aún así, nos parece que este es el tatuaje más grande que hemos visto de un aparatejo. Manny Williams ama tanto su Nikon D3X que terminó haciéndose ese impresionante dibujo permanente en el brazo. El extraño individuo afirma que se ha dedicado a la fotografía por más de 25 años, y que "desde que usé un producto Nikon me convencí que nunca más usaré algo diferente... NUNCA MÁS".
Comentarios
lo puse como humor, aunque mas bien deberia ser... ¿humor?
Se lo tatuó el mismo o se lo hicieron durante una borrachera, que lo disfrute...
Cuando saquen la "D5Y" con 30 megapixeles, etc... se sentirá anticuado, ya veréis.