Fui uno de los que estuvo en el funeral de los militares del Yak-42. Fue en Torrejón de Ardoz y le recuerdo a Gaspar Llamazares, junto a mí, recibiendo miradas poco tranquilizadoras de algunas gentes. Y, desde allí, vi aquel espectáculo dantesco de 72 ataúdes, a los que el rey iba condecorando. Y vi como silbaban a Trillo y, algo menos a Aznar y, vi también, como el rey y la reina eran aplaudidos.Pero luego me enteré de lo peor y que es la clave que justifica y explica toda aquella inmensa chapuza de meter cadáveres y trozos de cadáveres....
Comentarios
Anasagasti sigue con el proceso acelerado de demencia senil, sin duda potenciado por el descubrimiento que ha hecho de lo que es un blog y que sirve para escribir todas las pajas mentales que se le ocurran y publicarlas en el internet.
Joer si ahora solo falta que digan que el 23-F fue un invento del Rey. El Rey puede opinar que es mejor hacer un funeral y cuanto antes para que los muertos descansen es paz, otra cosa es como los ejecutores se les cierra el culo por cumplir y arman todo el follon por INUTILES.
Joder, si es verdad todo lo que cuenta este señor en su artículo... se montaría gorda. Pero es lo que hay, no creo que Trillo abra la boca sobre este tema.
#1: Claro, pobrecito, el Rey con su buena voluntad, campechanía y como garante de las libertades en España, él sólo quería lo mejor para los cadáveres, pobrecitos ellos, pudrirse en cualquier lado, eso nunca! ¿Y el 23-F? ¿un invento del Rey? ¿pero cómo? Si la única decisión que ha tomado en la vida ha sido la de matar a su hermano, todas las demás las han tomado por él los que viven de que él sea quien es: un personajillo incapaz ni de gobernar su casa elevado a la categoría de jefe de estado vitalicio por obra y gracia de Franco. Un lujo, vamos.
#2: Se montaría gorda? Anda que no la ha líado ya el Bourbón y nunca, digo NUNCA, ha pasado nada. El tipo este vive al margen de la ley pero bien metido en nuestros bolsillos.
Fuentes? de Iñaki Anasagasti no me creo nada.
Bueno, tiene cierta lógica: todos los fallos se debieron a las putas prisas, como siempre.