Hace 14 años | Por somadiesel a blogs.publico.es
Publicado hace 14 años por somadiesel a blogs.publico.es

La prostitución callejera no es la causa de la exclusión social: es la consecuencia de un sinfín de irregularidades, disfunciones y desórdenes sociales que, haciendo imposible la inclusión social de colectivos determinados, les aboca a ganarse la vida en la marginación:en la prostitución, en la mendicidad, limpiando parabrisas, recogiendo cartones, en el top manta, traficando con drogas o robando carteras. Evidentemente todas estas situaciones no tienen ni la misma gravedad ni relevancia social; sin embargo todas ellas se ubican al margen

Comentarios

D

Muy interesante el artículo, creo que da en el clavo al analizar las causas y coincido plenamente, pero siguen sin darse respuestas claras sobre cómo abordarlo:

"Sólo mediante un conocimiento profundo de las estructuras económicas ocultas del barrio que se benefician de la prostitución callejera es posible abordar el diseño de políticas locales transversales de gestión del riesgo de exclusión social que conviertan este fenómeno en un factor ineficiente e innecesario en su planteamiento actual"

¿Y eso cómo se hace? Estoy a favor de la regulación, pero reconozco que la solución a esto es bastante más compleja, no se sacan de la exclusión social a miles de personas simplemente regulando su actividad, aunque es un paso necesario.

M

Yo creo que el análisis de las causas es mucho más sencillo. ¿Por qué existe la prostitución? Porque es un negocio que da muchísima pasta. No hacía falta sacarse ninguna carrera para saberlo. ¿Hay que legalizar? Depende. Legalizar para algunos significa que el proxeneta pasa a ser empresario honrado y su dinero negro pasa a ser blanco. En cualquier caso, lo que no cabe es la prostitución en la vía pública. La calle es de todos, no sólo de las prostitutas y los proxenetas. Igual como un bar no puede poner sillas en la calle sin pagar al ayuntamiento, los demás "negocios" tampoco deberían tener permiso para utilizar la calle sin pedir permiso.

u

Buen artículo. Sí señor. No sabía que la Sra Rius había hecho escribirse una autobiografía. La compraré para ver si salgo.