La sucesión de hechos, colocados uno detrás de otro y en el correspondiente contexto político e histórico, resulta explosiva. Son cuatro décadas de salvaje política clientelar, corruptelas que a menudo acabaron en los juzgados, cargos heredados y un árbol genealógico del enchufismo, aplastantes mayorías absolutas, medios de comunicación adocenados, una provincia a la cola en los índices socioeconómicos, guerras intestinas y, siempre finalmente, uno de los cimientos más sólidos de la hegemonía del Partido Popular en Galicia.
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Y así fue por muchos años,los que no lo eran se fodian.
Cierro al salir
Me parece que en toda la provincia casi todos conocemos o sabemos de alguno que ha estado o está ahí por méritos propios.