Durante las últimas décadas asistimos al desarrollo de una vieja estrategia presentada con una nueva nomenclatura cuyo fin es darle al discurso social el interés de lo privado y otorgarle a la intermediación financiera la apariencia de la economía solidaria y participativa. Esta es la razón que esconde el desmedido afán de Consultoras, Escuelas de Negocio, Entidades financieras y Fundaciones en fomentar políticas de apoyo al emprendedor social.
Comentarios
Acojonante... da auténtico asco
Es increíble. Vaya desfachatez.
Fundaciones... esas grandes lavanderías