Las dos grandes visiones sobre distopías futuras han sido “1984”, de George Orwell, y “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley. El debate existente entre quienes observaban nuestro deslizamiento hacia el totalitarismo de las corporaciones giraba en torno a quién de los dos escritores tenía razón. ¿Viviríamos dominados, como escribió Orwell, por una vigilancia represiva y un estado de seguridad que utilizaría formas de control brutales y violentas? ¿O, como Huxley imaginó, nos sentiríamos fascinados por el entretenimiento y el espectáculo, cautivos de la tecnología y seducidos por un derroche consumista que envolvería nuestra propia opresión? Pues ha resultado que ambos, Orwell y Huxley, tenían razón. Huxley fue capaz de imaginar la primera fase de nuestra esclavitud. Orwell la segunda.
Como Huxley predijo, el estado de las corporaciones nos ha ido despojando gradualmente, seduciéndonos y manipulándonos con gratificaciones sensuales, artículos baratos producidos en masa, crédito sin límites, teatro político y diversión. Mientras nos iban entreteniendo y envolviendo, fueron desmantelando todo el conjunto de regulaciones que en otro tiempo mantuvieron a raya al depredador estado corporativo, volviendo a reescribir las leyes que nos protegían hasta abocarnos a la pobreza. En estos momentos, el crédito se ha secado ya, los puestos de trabajo medianamente decentes para la clase trabajadora han desaparecido para siempre y los artículos producidos en masa resultan ahora inasequibles, por todo lo cual nos vemos transportados desde “Un mundo feliz” a “1984”. El estado, asfixiado por déficits masivos, guerras sin fin y fechorías corporativas, se desliza hacia la bancarrota. Ha llegado la hora de que el Gran Hermano se apodere del sensorama, de la orgia-porfía y de la bomba centrífuga de Huxley. Estamos pasando de una sociedad donde se nos manipula hábilmente con mentiras e ilusiones a otra donde estamos clara y totalmente controlados.
Orwell alertó sobre un mundo donde los libros estarían prohibidos. Huxley advirtió de un mundo donde nadie querría ya leer libros. Orwell alertó sobre un estado de guerra y miedo permanentes. Huxley advirtió de una cultura habitada por un placer vacío de sentido. Orwell avisó acerca de un estado donde todas las conversaciones y pensamientos estaban vigilados y la disidencia brutalmente reprimida. Huxley alertó sobre un estado donde su población sólo se preocupaba por las trivialidades y el cotilleo, sin que le importaran ya ni la verdad ni la información fidedigna. Orwell nos veía asustados y sometidos. Huxley nos veía seducidos y sometidos. Pero estamos descubriendo que Huxley no era más que el preludio de Orwell. Huxley entendía que en ese proceso éramos nosotros los cómplices de nuestra propia esclavitud. Orwell lo interpretaba como esclavitud. Ahora que el Estado corporativo ha dado ya el golpe maestro, nos encontramos desnudos e indefensos. Y estamos empezando a entender, como Karl Marx supo, que el capitalismo sin restricciones y sin reglamentar es una fuerza brutal y revolucionaria que explota a los seres humanos y el medio ambiente hasta agotarlos o destruirlos.
#2:
Pues no se como se lo han apañado pero han sabido coger lo que necesitaban de cada lado.
#5 En este mismo momento estaba haciendo memoria: veo, desde donde estoy sentado, el canto de Las puertas de la percepcion y un mundo feliz. Tenia más. Pero los libros son muy orgullosos y, cuando los prestas, se ofenden tanto que nunca vuelven a tus manos.
Las dos grandes visiones sobre distopías futuras han sido “1984”, de George Orwell, y “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley. El debate existente entre quienes observaban nuestro deslizamiento hacia el totalitarismo de las corporaciones giraba en torno a quién de los dos escritores tenía razón. ¿Viviríamos dominados, como escribió Orwell, por una vigilancia represiva y un estado de seguridad que utilizaría formas de control brutales y violentas? ¿O, como Huxley imaginó, nos sentiríamos fascinados por el entretenimiento y el espectáculo, cautivos de la tecnología y seducidos por un derroche consumista que envolvería nuestra propia opresión? Pues ha resultado que ambos, Orwell y Huxley, tenían razón. Huxley fue capaz de imaginar la primera fase de nuestra esclavitud. Orwell la segunda.
Como Huxley predijo, el estado de las corporaciones nos ha ido despojando gradualmente, seduciéndonos y manipulándonos con gratificaciones sensuales, artículos baratos producidos en masa, crédito sin límites, teatro político y diversión. Mientras nos iban entreteniendo y envolviendo, fueron desmantelando todo el conjunto de regulaciones que en otro tiempo mantuvieron a raya al depredador estado corporativo, volviendo a reescribir las leyes que nos protegían hasta abocarnos a la pobreza. En estos momentos, el crédito se ha secado ya, los puestos de trabajo medianamente decentes para la clase trabajadora han desaparecido para siempre y los artículos producidos en masa resultan ahora inasequibles, por todo lo cual nos vemos transportados desde “Un mundo feliz” a “1984”. El estado, asfixiado por déficits masivos, guerras sin fin y fechorías corporativas, se desliza hacia la bancarrota. Ha llegado la hora de que el Gran Hermano se apodere del sensorama, de la orgia-porfía y de la bomba centrífuga de Huxley. Estamos pasando de una sociedad donde se nos manipula hábilmente con mentiras e ilusiones a otra donde estamos clara y totalmente controlados.
Orwell alertó sobre un mundo donde los libros estarían prohibidos. Huxley advirtió de un mundo donde nadie querría ya leer libros. Orwell alertó sobre un estado de guerra y miedo permanentes. Huxley advirtió de una cultura habitada por un placer vacío de sentido. Orwell avisó acerca de un estado donde todas las conversaciones y pensamientos estaban vigilados y la disidencia brutalmente reprimida. Huxley alertó sobre un estado donde su población sólo se preocupaba por las trivialidades y el cotilleo, sin que le importaran ya ni la verdad ni la información fidedigna. Orwell nos veía asustados y sometidos. Huxley nos veía seducidos y sometidos. Pero estamos descubriendo que Huxley no era más que el preludio de Orwell. Huxley entendía que en ese proceso éramos nosotros los cómplices de nuestra propia esclavitud. Orwell lo interpretaba como esclavitud. Ahora que el Estado corporativo ha dado ya el golpe maestro, nos encontramos desnudos e indefensos. Y estamos empezando a entender, como Karl Marx supo, que el capitalismo sin restricciones y sin reglamentar es una fuerza brutal y revolucionaria que explota a los seres humanos y el medio ambiente hasta agotarlos o destruirlos.
Para mí Huxley clavó el mundo occidental de la Guerra Fría, que a través de la globalización se va extendiendo por el planeta.
Orwell por su parte clavó el bloque soviético, ahora sería Corea del Norte, China, Myanmar y alguno que otro.
Y desde luego Huxley era mucho más culto que Orwell, pero hay que reconocer que al primero la casta le venía heredada por algo era el nieto del bull dog o doberman de Darwin.
Yo, como el Dr. Manhattan, creo que hay que aceptar las cosas como son; así es la naturaleza humana. Y para encontrar un poco de sensatez siempre nos queda Marte.
El mundo feliz real es mucho más sutil. Hibridacion entre humanos y robots a través de la inteligencia artificial común pensamiento centralizado sin aparente coacción, placeres y diversiones nunca vistas pero eso es como nos van a extinguir porque esa es la verdadera misión de la nebulosa de robots que nos ha colonizado. Extinguir a la humanidad mediante hibridacion. Al sapiens sucede el robot hiper sapiens. Y ahí se acabo nuestra historia en la Tierra pero hay otras humanidades en este Universo que siguen la evolución. Así que no es tan dramático todos drogados y felices así moriremos dulcemente.
Comentarios
Pues no se como se lo han apañado pero han sabido coger lo que necesitaban de cada lado.
#2 el comic puede mejorar, y efectivamente han reunido muy bien ambas visiones.
con huxley se complica un poc, pero él era bastante complicado ...
#3 Me refiero al mundo occidental y los que lo dirigen hoy en dia.
#5 En este mismo momento estaba haciendo memoria: veo, desde donde estoy sentado, el canto de Las puertas de la percepcion y un mundo feliz. Tenia más. Pero los libros son muy orgullosos y, cuando los prestas, se ofenden tanto que nunca vuelven a tus manos.
#15 A eso me referia en #2
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=119923
Las dos grandes visiones sobre distopías futuras han sido “1984”, de George Orwell, y “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley. El debate existente entre quienes observaban nuestro deslizamiento hacia el totalitarismo de las corporaciones giraba en torno a quién de los dos escritores tenía razón. ¿Viviríamos dominados, como escribió Orwell, por una vigilancia represiva y un estado de seguridad que utilizaría formas de control brutales y violentas? ¿O, como Huxley imaginó, nos sentiríamos fascinados por el entretenimiento y el espectáculo, cautivos de la tecnología y seducidos por un derroche consumista que envolvería nuestra propia opresión? Pues ha resultado que ambos, Orwell y Huxley, tenían razón. Huxley fue capaz de imaginar la primera fase de nuestra esclavitud. Orwell la segunda.
Como Huxley predijo, el estado de las corporaciones nos ha ido despojando gradualmente, seduciéndonos y manipulándonos con gratificaciones sensuales, artículos baratos producidos en masa, crédito sin límites, teatro político y diversión. Mientras nos iban entreteniendo y envolviendo, fueron desmantelando todo el conjunto de regulaciones que en otro tiempo mantuvieron a raya al depredador estado corporativo, volviendo a reescribir las leyes que nos protegían hasta abocarnos a la pobreza. En estos momentos, el crédito se ha secado ya, los puestos de trabajo medianamente decentes para la clase trabajadora han desaparecido para siempre y los artículos producidos en masa resultan ahora inasequibles, por todo lo cual nos vemos transportados desde “Un mundo feliz” a “1984”. El estado, asfixiado por déficits masivos, guerras sin fin y fechorías corporativas, se desliza hacia la bancarrota. Ha llegado la hora de que el Gran Hermano se apodere del sensorama, de la orgia-porfía y de la bomba centrífuga de Huxley. Estamos pasando de una sociedad donde se nos manipula hábilmente con mentiras e ilusiones a otra donde estamos clara y totalmente controlados.
Orwell alertó sobre un mundo donde los libros estarían prohibidos. Huxley advirtió de un mundo donde nadie querría ya leer libros. Orwell alertó sobre un estado de guerra y miedo permanentes. Huxley advirtió de una cultura habitada por un placer vacío de sentido. Orwell avisó acerca de un estado donde todas las conversaciones y pensamientos estaban vigilados y la disidencia brutalmente reprimida. Huxley alertó sobre un estado donde su población sólo se preocupaba por las trivialidades y el cotilleo, sin que le importaran ya ni la verdad ni la información fidedigna. Orwell nos veía asustados y sometidos. Huxley nos veía seducidos y sometidos. Pero estamos descubriendo que Huxley no era más que el preludio de Orwell. Huxley entendía que en ese proceso éramos nosotros los cómplices de nuestra propia esclavitud. Orwell lo interpretaba como esclavitud. Ahora que el Estado corporativo ha dado ya el golpe maestro, nos encontramos desnudos e indefensos. Y estamos empezando a entender, como Karl Marx supo, que el capitalismo sin restricciones y sin reglamentar es una fuerza brutal y revolucionaria que explota a los seres humanos y el medio ambiente hasta agotarlos o destruirlos.
Para mí Huxley clavó el mundo occidental de la Guerra Fría, que a través de la globalización se va extendiendo por el planeta.
Orwell por su parte clavó el bloque soviético, ahora sería Corea del Norte, China, Myanmar y alguno que otro.
Y desde luego Huxley era mucho más culto que Orwell, pero hay que reconocer que al primero la casta le venía heredada por algo era el nieto del bull dog o doberman de Darwin.
#14 De Thomas Huxley si recuerdo bien.
Falta Matrix que lo une tambien un poco.
¡Esto es viejísimo! ¿Ahora llega a portada?
Es interesante, pero ha salido varias veces:
https://www.meneame.net/search?q=huxley orwell&w=links&p=&s=&h=&o=date&u=
Edito: #9 ya llegó.
#11 Así, casi, casi que mejor -> https://www.meneame.net/search?q=huxley vs., orwell&w=links&p=&s=&h=&o=&u=
#9 si, es viejo, pero nunca está de mas recordarlo.
¿No debería estar esto en cultura ? Me da hasta miedo que esté en ocio.
Dando ideas. Putos escritores..
Lo curioso es que nadie pensaba que podrían darse los dos escenarios al mismo tiempo, y eso es lo que está pasando.
#15 Eso iba a decir, tenemos un poco de cada
Bien interesante. Meneando
#24 Es que Huxley está demasiado adelantado para ellos. En 100 años tal vez aprendan.
Qué nos acabará controlando, nuestros miedos o nuestros deseos?
#8 nuestros instintos y nuestra ignorancia, que es mucha.
Y el ganador es... Huxley.
#20 No subestimes la ley mordaza y el pánico a los terroristas...
#20 Ejemplo de que Orwell no se equivocaba tanto:
La queja de un cerrajero sobre la Policía en Facebook se convierte en "falta de respeto" sancionable
La queja de un cerrajero sobre la Policía en Faceb...
eldiario.esCalor y frío.
Yo, como el Dr. Manhattan, creo que hay que aceptar las cosas como son; así es la naturaleza humana. Y para encontrar un poco de sensatez siempre nos queda Marte.
El mundo feliz real es mucho más sutil. Hibridacion entre humanos y robots a través de la inteligencia artificial común pensamiento centralizado sin aparente coacción, placeres y diversiones nunca vistas pero eso es como nos van a extinguir porque esa es la verdadera misión de la nebulosa de robots que nos ha colonizado. Extinguir a la humanidad mediante hibridacion. Al sapiens sucede el robot hiper sapiens. Y ahí se acabo nuestra historia en la Tierra pero hay otras humanidades en este Universo que siguen la evolución. Así que no es tan dramático todos drogados y felices así moriremos dulcemente.
#12 yo quiero un poco de lo que tú te metes...
#22 sentido común se llama y capacidad de observación. Puedes leer a Michio Kaku en la mente del futuro que se mete más que yo y es físico cuántico.
#22 Observa tu medio con atencion, olvida el arrullo de la rutina mental que te invade, y tus ideas fluirán de un modo más real con el entorno.