Dos músicos y programadores, Damien Riehl y Noah Rubin, decidieron enfrentarse a este problema de la manera más lógica posible; si el mero hecho de que haya alguien al que se le haya ocurrido la misma melodía, es suficiente para condenar a un artista, entonces la solución es que esa melodía sea de uso abierto.
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#0 Unos músicos generan algorítmicamente todas las melodías posibles, las liberan al dominio público [ENG]
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