Atravesamos uno de los ajustes más importantes de la historia. Jubilados, niños, la salud y la educación, están pagando consecuencias de miles de millones de euros ahorrados. Sin embargo, les resulta difícil plantear la autofinanciación de la Iglesia, que recibe fuertes sumas del Estado y es sostenida íntegramente por todos los españoles. Ni IBI, ni profesores de religión... nada. El pago se mantienen íntegro mientras profesores, investigadores o enfermeros se van a la calle.