El Financial Times lo define como el “Mario Monti” de Bulgaria. Tras presentar su equipo de gobierno, plagado de expertos independientes, este miércoles debe recibir la confianza del parlamento para poder marcar un punto de inflexión en la política búlgara tras una crisis sin precedentes en el país más pobre y con más problemas de corrupción de la Unión Europea. El nuevo gobierno, muy tecnócrata aunque socialista, tratará de poner rumbo fijo en Bulgaria, si la crisis política, social e institucional no le hace naufragar en el intento.