En un mundo plagado de pornografía infantil, en el que nuestros datos en la red son accesibles por cualquier gobierno sin que podamos hacer nada, en el que la cultura se ha convertido en una engrasada maquinaria de entretenimiento cara e inaccesible, un pequeño país de españoles irreductibles se muestra firme en contra de que sus derechos sean pasados por alto en la red. Traducida al español:
www.internautas.org/html/5956.html