Cuando era gerente en una empresa editorial, despedí a una madre soltera que tenía un niño con una salud frágil y problemas de conducta. Ella no tenía familiares en la ciudad y el padre del niño no la ayudaba. Cuando expulsaron a su hijo de la escuela , no tuvo más remedio que llevarlo consigo al trabajo. Aquello nos distrajo a todos en la oficina, por lo que me pidió que la dejara trabajar desde casa. En ese caso se trataba de una opción beneficiosa para nuestra empresa, pero lo cierto es que rara vez se ponía en práctica.
|
etiquetas: despedido , madre , soltera , remordimiento , directora