La historia nos enseña que, cuando se concede inmunidad por una operación pequeña o un asesinato individual, el apetito del autor aumenta. La siguiente acción es mayor e infringe de forma aún más agresiva los códigos éticos y las leyes internacionales. La última operación de los agentes israelíes, al asesinar al jefe de Hamás en Dubai, deja clara su insolencia: uso ilegal de pasaportes europeos, asesinos infiltrados en la delegación deportiva oficial (de Tenis... primera vez en la historia de algo así), abuso de hospitalidad de estado aliado..
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