Japón creció un 0,9 por ciento en el primer trimestre respecto al último de 2012 y dejó atrás la recesión de seis meses sufrida a mediados del año pasado. En el anterior trimestre, el crecimiento ya había sido del 0,3 por ciento. En ello, tiene que ver la agresiva política del nuevo primer ministro desde diciembre, Shinzo Abe, que ha influido en el Banco de Japón para que procediera a una inyección masiva de dinero en el mercado y así se depreciara el yen y se fomentaran las exportaciones