Los jóvenes, que se han presentado como víctimas de un juicio "político", subieron a la azotea del castillo de Montjuïc de Barcelona y, desde allí, sujetándose con cables eléctricos, se descolgaron por la fachada del Museo Militar hasta alcanzar el mástil en el que ondeaba la bandera española. Según la Fiscalía, "con ánimo de menospreciar la bandera española", los acusados la arriaron de su mástil y la arrojaron al recinto del castillo, tras lo que colocaron en su lugar una "estelada" (bandera del independentismo catalán).