Ante la deslegitimación rampante, los grandes partidos han desarrollado dos estrategias defensivas. Una pasa por intentar cocinar un nuevo Whopper, al gusto de ese paladar ciudadano insatisfecho. Otra consiste en no ver las señales evidentes de que la gente rechaza el Whopper [...] Sospecho que no lo han comprendido. No es el whopper, es el MacDonald’s.
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etiquetas: sucios politicos , whoper o caos