La cirujana pediatra Suskind notó que los niños sordos con implante coclear de familias acomodadas empezaban a hablar justo después de la operación, mientras que los de familias de menos recursos tardaban más y cree haber encontrado una respuesta en las investigaciones de los psicólogos Betty Hart y Todd R. Risley, cuyo estudio en los años 1990 descubrió que los niños de tres años nacidos en la pobreza han oído treinta millones menos de pal. que uno de familia acomodada, lo que crea un retraso literario de consecuencias vitalicias y desarrollar