Ana Sandamil mató a su hija de 7 años suministrándole sustancias con efectos sedantes que acabaron con la vida de la pequeña. Ahora, el Tribunal Supremo ha confirmado la condena a prisión permanente revisable para ella por los hechos sucedidos en 2019.Aunque señala que «tenía algún tipo de trastorno» deja claro que «no afectaba a sus facultades mentales» siendo la autora, como madre de la menor, «la persona que debía protegerla de cualquier mal…».
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