Cuando un día de julio el productor lácteo Patrick Holden se sentó a la mesa de su cocina para leer sus correos electrónicos, no podía creer la suerte que había tenido. Un comprador, que decía representar a una cadena de supermercados francesa, quería comprar 22 toneladas de Hafod, su cheddar especial. "Era el mayor pedido de nuestro queso que habíamos recibido nunca. Y, como venía de Francia, pensé: por fin, la gente del continente aprecia lo que hacemos", recuerda.
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Cuando leo que un tipo envía toneladas de queso, al extranjero, un desconocido, sin siquiera un simple anticipo, .... dejo de leer.
Claramente un incautó ingenuo, mala combinación en los negocios.
O el de ocho elefantes a escala 1:2