Se trata de evitar que la gente se tome el matrimonio a la ligera, explica Medvedev sobre la propuesta de subir las tasas judiciales del divorcio a 700 euros, cuando ahora sólo cuesta nueve euros separarse. "Mejor pensarlo bien al casarse, porque de lo contrario va a haber penalizaciones", advierte Medvedev. El nuevo coste del divorcio puede ser demasiado para algunos rusos de clase baja, cuyo salario mínimo no cubre ni la mitad de los 700 euros.
|
etiquetas: rusia , divorcio