Pocos empresarios podían presumir de ser más audaces que Juanfe Serrano. El español era capaz de llevar cualquier mercancía, viva o inerte, de un punto a otro del planeta sin importar fronteras, embargos, sanciones ni amenazas nucleares. Hace cuatro años inundó las montañas de la república islámica de Irán de cabras con una raza capaz de aguantar el frío y el calor extremos. Más tarde, su radio de acción se extendió a Venezuela. Allí compraba ganado que trasladaba a Irak y Egipto. Y, de paso, empezó a explorar el lucrativo negocio del petróleo.
|
etiquetas: juanfe serrano , irán , venezuela , petróleo , cabras