#22 Lee a #21 , después te informas del caso por internet y luego defiende que una fiscalía diga que no hay motivos no para declararle culpable, sinó simplemente juzgarle.
#9 La publicidad esta que sale de eres mas listo que uno de Navarra, o si puedes beber mas que santa claus, si lo pulsas te lleva a una pagina donde metes un numero de teléfono y le llega un mensaje de publicidad.
#5 El problema es que, con tal de hacer negocio, o con tal de tranquilizar a la opinión pública si es un delito muy gordo o mediático, mandan a la cárcel al primero que pillan, sea culpable o no. Ya se han dado muchos casos de gente condenada (incluso a la pena capital) que después resultó ser inocente.
#5 Si cambias las leyes y añades cada vez más conductas al libro de delitos pues ya ves...
Aunque la carcel sea una empresa privada recibe dinero del Gobierno (de los ciudadanos a través de impuestos), cuantos más presos más dinero. Además estas empresas no solo se dedican al negocio de las prisiones, también diseñan y fabrican porras, esposas, rodilleras, cascos, muebles...
Los presos son mano de obra gratuita. Su alimentación también la paga el Gobierno (los ciudadanos con sus impuestos).
* presión a los legisladores para que cosas que antes eran simples faltas (que, como mucho, suponían una multa) se conviertan en delito (o sea, prisión), además de hacer presión para aumentar las penas de todos los delitos
* maquillaje de los certificados de buena conducta para que no se reduzcan las penas a los que ya están ingresados, además de fomentar situaciones de violencia dentro de sus centros para que se les aumenten las penas
#8que sigue leyendo el periódico como si el hijo fuera de otro.
Es que ahí lo que molesta no es el niño chillando, es el padre pasota. Pero vamos, que no creo que sea mejor que se ponga él también a chillar o a pegarle como hacen muchos.
No estoy de acuerdo con el artículo, no hacerle caso no creo que sirva de nada, sólo para ponerlos más nerviosos aún. Prefiero intentar calmarles. Pero, como dice #10, no hay fórmulas mágicas, depende del niño, del día, de la situación, de los padres,...