#74 Estás aplicando el principio de que la causa de algo debe lógicamente carecer de las características o propiedades de ese algo, porque dicha causa precisamente es la que crea esas características o propiedades. Así, si el universo o totalidad física posee la característica o propiedad de ser física, entonces la causa creadora de esa totalidad física debe carecer de la característica o propiedad de ser física, es decir, debe ser una causa creadora de tipo no-físico, porque dicha causa creadora es la que crea el universo o totalidad física, y por tanto es la que crea la característica o propiedad física de dicho universo o totalidad física.
Si nos atenemos a este principio o forma de razonar, entonces podemos perfectamente razonar también que si la causa creadora del universo físico o totalidad física debe ser una causa creadora no-física, entonces esa causa creadora no-física deberá tener, a su vez, otra causa creadora de ella, que será anterior a ella, y que deberá ser sí-física, porque esta última causa creadora, la sí-física, necesita ser sí-física para carecer de la propiedad o atributo "no-físico" que posee la causa creadora no-física de la que tú me hablas. Es decir, que si al universo físico lo creó un creador no-físico, entonces a este creador no-físico, a su vez, debió crearlo otro creador o causa sí-física. Entonces entramos así en una cadena infinita de causas o creadores, alternándose entre sí-físico y no-físico, y llegamos así al debate de cuál fue el primero de ellos, un debate que nosotros no podemos solucionar.
Por otra parte, la idea de un agente causante "no-físico" me parece completamente aberrante e inaceptable, porque el hecho de que sea "no-físico" significa que no podemos saber absolutamente nada de él de formas físicas o científicas, y esto tendría tres implicaciones aberrantes:
Primera, si no podemos saber nada de esa causa creadora no-física de maneras sí-físicas, y por tanto si no podemos saber nada de ella de ninguna manera, entonces tampoco podemos saber de ella si es no-física, y tampoco podemos saber de ella si es causante o creadora del universo físico o no, y no podemos saber de ella absolutamente nada, incluyendo cualesquiera otras cosas que nos quieran contar sobre ella. Si no podemos saber de ella absolutamente nada, entonces, a todos nuestros efectos, no existe.
Segunda, la idea esa de que la causa creadora sea "no-física", al implicar que no podemos saber absolutamente nada de ella por vías físicas, implica simplemente que la única vía u opción que me queda es creerme lo que tú me quieras decir sobre esa causa creadora, porque sí, porque tú lo dices y lo vales, lo cual es inaceptable.
Y tercera, (y relacionada con la segunda), dado que la idea de la causa creadora sea "no-física" conlleva que unos no tengamos más remedio que creernos lo que otros quieran decirnos o inventarse sobre ella, entonces esto nos pone a todos en la situación de tener el derecho legítimo a inventarnos los seres "no-físicos" que nos dé la gana, y los demás no tendrían más remedio que creernos, porque son seres "no-físicos". Así, yo tendría el derecho de inventarme cosas sobre ese "mundo no-físico" que nieguen la existencia de tu dios. Es decir, que los dos tenemos el mismo derecho a decir cosas sobre lo que ocurre en el mundo o esfera "no-físico", y por tanto tan legítimo es mi derecho a creer que en ese mundo "no-físico" no existe ningún dios ni ninguna otra cosa, como tu derecho a creer que en ese mundo "no-físico" hay un dios.
No sé. A mí me parece que esta noticia, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, está cometiendo un delito de incitación al odio aporofóbico, porque al implicar indirectamente que la pobreza o la precariedad son cosas malas o negativas, está dejando en mal lugar a todas esas personas, éticas e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza y la precariedad son cosas tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas, a que sus proles les agradezcan esa pobreza, esa precariedad, ese capitalismo, esa monarquía y esos homenajes inmerecidos a Leonor tanto como esas personas progenitoras también los agradecen a sus padres.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera mas clara y evidente (mas incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? ( Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios ).
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.
Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más proles y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Además, los pobres ya tienen que sufrir la pobreza. Sería inhumano negarles encima el derecho de ver a sus hijos sufriendo también la pobreza.
Así que no permitáis, proletarios vasallos españoles, que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra económica o lucha de clases, ya sea a nivel intrageneracional o a nivel intergeneracional.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
Y no dejéis de ponerle medallas a Leonor. Recordad que cuantas más medallas les pongáis a los Borbones, mejor os irá el Reino de España a vosotros, es decir, a ellos, a los Borbones.