#43 No, no dudé de tu ideología (de hecho, suelo poner las "direcciones" entre comillas porque ni yo mismo sé definirlas de manera satisfactoria). Entiendo que no estés de acuerdo con esas políticas lingüísticas (personalmente yo sí lo estoy, aunque no sea algo prioritario para mí, pero entiendo que es algo subjetivo y respeto que otras personas discrepen). Yo tampoco estoy de acuerdo con algunas partes de los programas de los partidos, es lo normal; al final cuando vamos a votar analizamos qué es lo más importante para nosotros y elegimos al partido que más se acerque.
Aun así, no creo que el hecho de que el oponente político tenga éxito en la demonización de uno u otro aspecto dentro del relato social sea una buena razón para abandonarlo. Si un partido, el que sea, tiene razones para pensar y defender que algo es positivo para la sociedad, y los argumentos esgrimidos por la oposición son falaces (en este caso lo son, ya que aprovechan una pequeña parte del discurso que es controversial para la población y se dedican a mentir acusando a los partidos de defender "únicamente" ese punto, entre otras falacias y falsedades), entonces no tiene por qué cambiarlo.
El objetivo de los partidos en un sistema parlamentario debe ser representar a un sector ideológico de la población (sea mayoritario o minoritario), y creo que eso precisamente se está haciendo correctamente por al menos algunos partidos de la "izquierda" (ser coherente con el propio discurso a la hora de votar en el parlamento). Para mí una parte del problema está en que en la sociedad en la que vivimos, a una parte importante de la población (donde no te estoy incluyendo) le importa más impedir que alguien pueda decir "todes" públicamente, que el que los trabajadores tengan derechos laborales.
#28 Pues yo estoy bastante en desacuerdo con esa afirmación. Desde los sectores que se consideran a sí mismos "de izquierda" o "progresistas" (no voy a entrar en semánticas pues no creo que haya una definición verdadera de lo que eso significa), se le ha dado siempre mucha importancia a la educación y a la divulgación. Las perspectivas de género son solo un campo más en la multitud, solo que desde sus adversarios y medios afines (prácticamente todos) se ha vendido muy bien la falsedad de que "solo se dedican a eso", hasta el punto de que ha calado incluso en personas con afinidades parecidas llevándolos a la abstención (la mejor amiga de la "derecha" española).
Y eso es, en mi opinión, el principal problema. La divulgación tradicional (la empleada en entornos académicos) está orientada hacia, y funciona muy bien con, un público que (si bien no tiene por qué estar versado en los propios temas) debe tener cierta capacidad crítica y estar abierto a aprender y evolucionar. Desgraciadamente, por defectos inherentes a la mente humana, esto tiene escaso efecto contra la propaganda sin escrúpulos, el odio y el fango, que es la principal arma al otro lado del espectro político.
Y esto tiene difícil solución, porque si te rebajas a lo mismo, eres lo mismo, independientemente de que te llames a ti mismo "izquerda" en lugar de "derecha", y si vas abandonando tus principios porque el contrario los va demonizando con éxito uno a uno a base de fango, al final te quedarás sin nada. Pero esta es la era que nos ha tocado vivir así que, tal y como yo lo veo, la mejor opción a título individual es ser la mejor versión de uno mismo y cruzar los dedos para que predicar con el ejemplo mueva el mundo un poco a mejor por poco que sea.
#19 No hace falta ser tan crack, simplemente definir con claridad unos objetivos e ir a por ellos. La izquierda podría llevar años formando buenos comunicadores, pero ha preferido hacer otras cosas. Ahora tenemos las consecuencias.
#9 No, esos también son el eje del mal. El problema es que están el eje del mal 1 y el eje del mal 2. No hay eje del bien. Nosotros por los sistemas políticos que tenemos éramos los que teníamos más posi però teníamos que mejorar para serlo, pero hemos caído en las fauces del mal.
#37 En el momento clave es que además era cambiar toda la cadena de mando y retrasar las actuaciones varias horas. En una emergencia hacer eso es desbastador y cuesta vidas.
#91 No entiendo a qué viene tu comentario, en los centros de Catarroja, Albal, Paiporta, Benetússer, etc... Nunca se ha prohibido circular con todo terrenos
#84 Y también hay anti-coches que queremos que se fomente el transporte público nacional o se invierta en otras soluciones que no impliquen vehículos privados, sin echarle la culpa a la gente que no encuentra otra opción para trabajar.
Aun así, no creo que el hecho de que el oponente político tenga éxito en la demonización de uno u otro aspecto dentro del relato social sea una buena razón para abandonarlo. Si un partido, el que sea, tiene razones para pensar y defender que algo es positivo para la sociedad, y los argumentos esgrimidos por la oposición son falaces (en este caso lo son, ya que aprovechan una pequeña parte del discurso que es controversial para la población y se dedican a mentir acusando a los partidos de defender "únicamente" ese punto, entre otras falacias y falsedades), entonces no tiene por qué cambiarlo.
El objetivo de los partidos en un sistema parlamentario debe ser representar a un sector ideológico de la población (sea mayoritario o minoritario), y creo que eso precisamente se está haciendo correctamente por al menos algunos partidos de la "izquierda" (ser coherente con el propio discurso a la hora de votar en el parlamento). Para mí una parte del problema está en que en la sociedad en la que vivimos, a una parte importante de la población (donde no te estoy incluyendo) le importa más impedir que alguien pueda decir "todes" públicamente, que el que los trabajadores tengan derechos laborales.