#41 gracias por recordarlo. Exacto.
Es que mira si con Sócrates hacen lo que quieren, que ahora va a ser que hasta era un liberal, un ferviente convencido del Individuo y su Santa Iglesia. Es la historia de siempre: quien está totalmente adoctrinado no tiene oídos, pues le digan lo que le digan, o lea lo que lea, siempre escucha lo mismo. Es más, no necesita ni leer ni escuchar, pies ya sabe de antemano lo que le van a decir, y si no lo sabe, sencillamente no le interesa.
Lo dicho: muy de agradecer que hicieras el apunte.
#60 Yo trataba nada más que de puntualizar eso de que su prioridad es "destruir la educación". Más que nada porque esa es una fórmula habitual en la Opinión y los medios de formación de masas y una muy equívoca y maliciosa además. A los niños se les tiene tropecientas horas y años en el colegio, atareados como nunca antes en la historia pre-industrial lo han estado. Y todo ello "por su educación" y "por su futuro" (y para remate, normalmente enseñándoles doctrinas vulgarizadas que son falsificaciones descaradas de obras que ni el profesorcillo de turno se ha tomado la molesta, ni ha tenido tampoco el tiempo, de leer, de estudiar ya no digamos). Quiero decir que, así dicho, yo sería el primero que me subiría, y la mar de contento además, al carro de destruir la educación. Y sin necesidad de tener una "alternativa" prediseñada, fíjate lo que te digo. Pero es que cuando los mil y un voceros del régimen ponen el grito en el cielo porque tal o cual gobierno (o el interés privado) está destruyendo la educación, o cuando los profesores salen a la calle de manifestación, o cuando se dicen cosas como que hay que invertir más en educación, o como que ... ¿De qué se habla? Pues, simple y llanamente, de Dinero en primer lugar. Y en segundo (pero va de suyo en lo primero) de meternos más educación. De lo que nadie habla, ni hablarán nunca, es, por ejemplo, de empezar por tirar a la basura todos los manuales de texto (que son básicamente manuales del manual del manual del manual... Escritos por tipos que no han estudiado en su vida las obras de las que se llenan la boca), seguir por reducir el número de horas lectivas drásticamente (o en su defecto revisar cuál era la definición de 'esclavo' para empezar a llamar a la cosa por el nombre que ya tenía), suprimir de inmediato toda forma de examinación y de currículo personal, reducir drásticamente el número de alumnos por maestro y si es que después de semejante escabechina queda algún maestro (que si queda, ese seguro que era bueno: mira qué fácil era estar seguros de quién era bueno, y sin exámenes de oposición), y de paso mezclar edades, o al menos mezclarlas de vez en cuando. Este tipo de cosas, nos decimos, "no se pueden hacer". Pues bien: porqué no? Quién o qué lo impide? ¿Estamos dispuestos a salir de manifestación o incluso de llevar a cabo esa destrucción integral de lo que llamamos "educación" en el caso de que lleguemos a la conclusión de que esas destrucciones eran buenas? O acaso hay alguna cosa que, aun llegando a la conclusión de que eran buenas, lo impide o desaconseja? Son o no discutibles o planteables estas cuestiones?
Es claro lo que el sócrates respondería a esto (el platónico y el de Jenofonte indiferentemente): algo así como: esas cuestiones son planteables para hombres libres (u hombres con tiempo libre), pero no para hombres esclavos, y todo hombre tiene la obligación de librarse de su esclavitud, caso de que se descubriera esclavo.
No trato, como ya te imaginarás, de entrar en polémica contigo. Sólo tiro del hilo de la cuestión, para animar a que se desarrolle (pues ella misma es más interesante que tu persona o la mía y qie niestras opiniones personales: razonar no es opinar, y muy mal se razona si se parte de razonar "personalmente" o atenido a los intereses personales de uno). Trataba de azuzar el razonamiemto, si quieres. Al modo socrático. Intenyar abrir caminos de razonamiento que no sean los ya previstos y mandados por la opinión.
Y, por lo demás, no me parece de fiar cualquier forma de "personalidad crítica" que no disponga de sobrado tiempo libre para razonar, hablar, discutir y estudiar, y de poder hacerlo libremente, o sea, no con el propósito de aprobar ningún examen ni de ganar dinero, sino por simple y llano interés por la búsqueda de lo bueno y verdadero. Porque, a ver cómo se "es crítico" sin ejercitar, practicar y perfeccionar la actividad crítica. Valores ilustrados no, por favor. Tiempo. Que de valores (o sea ideas) estamos atiborrados y a la vista está lo "libres" que nos han vuelto.