El primer cohete europeo que logra aterrizar de forma autopropulsada no ha sido construido por un empresario espacial sino por cinco estudiantes de la Escuela politécnica Federal de Lausana en Suiza. El cohete se llama colibrí mide 2,5 de altura pesa 100 kg y tiene un sistema de propulsión que funciona exactamente igual que el de un cohete grande pero a menor escala el cohete impulsado por un motor de óxido nitroso y alcohol isopropílico.
|
etiquetas: espacio , ingenieria , cohete , epfl
Digamos mejor que es un paso para un cohete reutilizable.
Y ser un competidor contra USA.
Pero se los llevarán los yankess o los franceses