Hace 1 año | Por liztorra a huffingtonpost.es
Publicado hace 1 año por liztorra a huffingtonpost.es

La nueva ley tiene como uno de sus puntos más polémicos las sanciones administrativas ante manifestaciones públicas que, por oponerse a la absurda metafísica queer, puedan ser consideradas ofensivas, no por un juez o un jurado, sino por un órgano gubernamental. La ley invierte la carga de la prueba, correspondiendo al sancionado demostrar que no fue el odio, sino el raciocinio, el que le llevó a expresarse de esa manera. Así pues, aprovecharé para decir en la columna de hoy cosas que será delito decir el próximo domingo.

Comentarios

Jakeukalane

#3 ten buen domingo, no me interesa

L

#6 No sé lo que hace esa mujer en sus terapias ni tengo opiniones de sus pacientes. A mí el género me parece opresivo cuando viene en forma de directrices externas, pero no cuando emana de la persona y no soy quien para juzgar cómo lo experimentan los demás.

l

#9 El género que "emana de la persona" es pensamiento mágico y sexismo con disfraz guay. Quien crea que el género es una suerte de esencia que nace de "adentro" es libre de creerlo, como quien va a misa sin molestar a los demás. Si se meten esas creencias en leyes, entonces tendremos bronca porque significa que todos debemos obedecer a ella.

L

#10 ¿Cómo puede ser sexismo el sentimiento de pertenecer a un género o a otro? ¿Tú te sientes hombre, mujer o ninguno de los dos? Porque sin importar en qué categoría te incluyas o que no quieras categoría, esa es tu expresión de género. No podemos negar que existe.

Lo bueno es que cada vez haya más espacio y respeto para ello. Por ejemplo, si yo no me identificara con ningún género (que no es el caso), negarle el género masculino o femenino a otra persona únicamente por mi experiencia personal solo sería otra forma de opresión.

l

#11 Yo no me siento un hombre, lo soy. Con la masculinidad me llevo pichi pacha, pero no soy trans, ni cis, ni zas.

Una mujer que se identifica a sí misma o es identificada con la masculinidad no es un hombre. Un hombre que se identifica a sí mismo o es identificado con la femeninidad no es una mujer. Decir cualquier otra cosa es sexismo nivel Fary y Paco Martínez Soria, aunque se cubra con toda la brillantina del mundo.

Lo registrable, constatable y discriminable en la administración pública es el sexo. El género, mejor abolirlo y que deje de fastidiarnos la existencia.

¿Y qué es ser mujer? Sentirse mujer. ¿Y cómo se puede describir ese sentimiento de ser mujer? Que se siente ser mujer. Y así hasta que una de las partes se canse de preguntar o contestar. Viene mejor explicado en el gráfico de abajo.

La realidad material y social es tozuda, y a lo mejor los argumentos sensibleros, el chantajillo emocional y las acusaciones de "odiar" colectivos vulnerables no funcionan con todo el mundo, ni todo el tiempo.

Ahora, por si el lavado de cerebro no alcanza a todo el mundo, se introducen sanciones administrativas por emitir opiniones, que un sanedrín queer (no un juzgado) podrá dilucidar si han sido "vejatorias".

L

#12 No distingues entre sexo y género, a pesar de que existen como cosas diferenciadas en distintas culturas. Te agarras a la realidad, pero la realidad no es solo biológica, también es social e individual.

Es como negar lo que pasa en internet sobre la base de que lo que importa es lo tangible, es decir, el hardware: el resto según tú son papanatas.

Eso es algo que puedes aplicar a tu persona, pero no imponer a los demás. Me parece estupendo que tú te sientas bien así. A mí también me gustaría deshacerme de los constructos sociales del género, pero negárselos a quienes los necesitan para sentirse libres es negarles el bienestar.

No es que te encuentres gente que niegue la existencia del sexo todos los días, no entiendo esa defensa exacerbada de algo que no está amenazado. Aquí al menos nadie lo está haciendo, la medicina es tozuda y necesita de esos detalles biológicos. De lo que estamos hablando es de algo sociológico y de si alguien que construye su identidad como hombre o como mujer tiene por qué soportar la chapa o el acoso de quienes pretenden imponer su modo de ver el mundo a las vidas de los demás. Creo que es una cuestión de respeto dejar que cada cual viva su vida como quiera: tú la tuya y el resto la suya.

l

#13 Yo distingo perfectamente entre sexo y género. Esta es la definición que recoge el Convenio de Estambul, suscrito por el Reino de España: «... los papeles, comportamientos, actividades y atribuciones socialmente construidos que una sociedad concreta considera propios de mujeres o de hombres».

Sí, ya, estás haciendo un uso chapucero de estudios culturales, que son basura ideológica. En todas las sociedades humanas se diferencian claramente a hombres y mujeres; de hecho, a las segundas se las trata bastante mal. Los conceptos de Mujer y Hombre son traducibles a todas las lenguas, y en ninguna es mujer un individuo con pene.

De verdad, debería ser una aspecto estríctamente privado que algunas personas de sexo varón se identifiquen como mujeres en virtud de unos estereotipos acartonados asociados a la feminidad. Debería ser solo su problema. Pero queréis que los demás finjamos una ficción, por imperativo legal.

Los espacios de hombres deberían acoger con normalidad esa diversidad identitaria de algunos hombres, en lugar de exigir a las mujeres que abran las puertas de par en par a estos sujetos, a riesgo de su seguridad, salud y derechos.

No se registra "el género". Como la fecha de nacimiento y los apellidos, se registra el sexo, el cual es observado al nacer a simple vista, o bien mediante un análisis de sangre si hay ambigüedad genital.

¿Hay excepciones? Sí. Se convino introducir la excepción de que el sexo de la documentación personal no sea el sexo real de la persona, atendiendo a la situación concreta de un pequeño grupo de personas, llamadas transexuales. ¿Cómo? Mediante un trámite que incluye certificación médica.

Quienes podríamos haber reaccionado con escepticismo ante ese tipo de trámites excepcionales, ni por el forro se nos habría pasado por la cabeza que algún día el cambio de sexo registral podría ser barra libre, a voluntad del solicitante y sin ninguna seguridad jurídica ni control de fraude.

Y encima, se cercioran de que criticarlo se pueda perseguir y castigar mediante multas y echando a la gente de su trabajo...

l

Ahí van:

- El sexo existe.

- Es una realidad biológica con repercusiones sociales, culturales y psicológicas que no anulan su naturaleza biológica.

- En la especie humana la reproducción es binaria y no tendría sentido que el sexo no lo fuera.

- Llamamos “mujeres” a las personas que gestan. Llamamos “varones” a las que fecundan.

- El sexo no se elige y no se puede cambiar.

- Los registros administrativos han de referirse a aspectos verificables.

- Al nacer, el sexo no se asigna: se observa y se registra.

- La orientación sexual es independiente de la identidad de género. No se entiende qué pinta la letra T entre las letras LGB.

- Las lesbianas no tienen pene. Los gays no tienen vulva.

- Sexo y género son cosas diferentes.

- El sexo no es un sentimiento.

- El género no es una identidad, sino una construcción social ideológica que perpetúa relaciones de poder machistas.

- La Ley Trans es antifeminista, antihomosexual, neoliberal, individualista, metafísica y atenta contra la infancia.

Jakeukalane

#1 el tercer punto ya es indicativo de falta de criterio.
Y el siete es falso directamente.

l

#2 Falta de criterio, de quién y en relación con qué.

L

#1 No te preocupes que las personas trans conocen muy bien la diferencia entre sexo y género, ya que tienen que bregar con ella toda su vida.

Nadie puede decirle a otra persona qué o qué no forma parte de su identidad.

Tampoco va a ser ilegal decir que sexo y género son cosas distintas. Respecto a las repercusiones sociales del sexo, precisamente éstas conforman el género.

l

#5 Una psicóloga andaluza afrontó un proceso administrativo similar, solo por unas opiniones vertidas en twitter.

La opinión que la metió en aquel lío fue la siguiente: "Concretamente, para aquellos misóginos que se preocupan por mis pacientes porque soy crítica con la identidad de género, decirles que mis pacientes están progresando porque precisamente les ayudo a deshacerse del malestar psicológico producido por el género, construcción cultural que subordina a las mujeres".



Por el texto anterior, la Junta de Andalucía la acusó de promover o practicar las llamadas terapias de conversión. “Lo que hemos hecho es cumplir con la ley. No podíamos haber hecho otra cosa. Si los hechos son ciertos, resulta imperdonable. Que a estas alturas haya profesionales que digan que pueden reconvertir a personas transexuales… No se puede permitir que algo así exista. Los presuntos hechos suponen un atentado claro a los derechos humanos”, explica a El Periódico Ángel Mora, director general de Violencia de Género e Igualdad de Trato de la Junta de Andalucía, que pertenece a Ciudadanos.

El castigo habría supuesto una sanción de 120.000 € y la inhabilitación. Perderlo todo. Al final se libró, pero el acojone ya se ha conseguido. Ahora la ley no es autonómica, sino estatal.

Por tanto, la predicción de Errasti no es una exageración. Habrá sanciones, y quienes las sufran no serán fachas descerebrados, sino seguramente feministas, profesionales de la enseñanza y de la salud, en general gente defensora del racionalismo y la ilustración contra el oscurantismo y la superstición.

l

#5 Nadie puede decirle a otra persona qué o qué no forma parte de su identidad.

Es que la identidad personal es un aspecto privado que a la administración no debería importar para nada.

L

#7 Buf, creo que no me apetece discutir sobre la imposibilidad de socializar sin expresar parte de nuestra identidad y de los problemas mentales que puede acarrear intentarlo. La separación de lo público y lo privado en cosas que implican a la persona en cuerpo y mente es una quimera.

A la administración quizás no debería interesarle, pero no puede evitar completamente el tema por una cuestión de derechos (como el derecho a la asistencia sanitaria).

Ludovicio

#8 ¿Te parece una quimera que el género no tenga ninguna implicación legal?
¿En que hace falta el tener legalmente en cuenta el genero para recibir una correcta asistencia sanitaria?