El poeta satírico Marcial, que vivió en la Roma del siglo I dC, nos ha dejado entre sus epigramas algunos textos que son una auténtica joya para los aficionados a la reconstrucción de la gastronomía histórica. Aparte de los valores literarios, los poemas de Marcial conectan con una tradición de poesía de ocasión, de anécdota, que recoge pensamientos breves de temáticas muy diferentes, por lo que se han convertido en testimonio de la sociedad de su época.
Comentarios
Recomiendo la lectura de sus epigramas a cualquiera que quiera apreciar lo refinados que eran los antiguos romanos y dejo uno de mis favoritos:
Te depilás el pecho, las piernas y los brazos, y te cortás los pelos alrededor del choto: lo mantenés así, Labieno, –¿quién lo ignora?–, para tu noviecita. ¿Para quién mantenés, Labieno, el culo todo depilado?
#2 no jodas que eran argentinos
#4 Jajaja lo busqué en Google y ya se me hacía raro el termino choto porque no lo recordaba así pero no me fijé en el mantenés.
#2 viva la libertad carajo
Estamos acostumbrados a las extravagancias de los emperadores, esta sin duda se acercará mucho mas a la dieta romana digamos que no rica pero si tirando a burguesa, y por lo general sería mas pobre aún
Sin embargo es perfectamente cenable y suena mas apetitoso que lenguas de urogallo en salsa
#1 A mí que no me quiten los morros de nutria.
Convivium se traduce perfectamente por sinposium. Era y es una costumbre griega que tiene la misión de civilizar.