Unos meses antes de que se desatara la primera gran guerra, el librero Pedro Vindel descubrió, cosido a un manuscrito del siglo XVIII sobre
“De officiis”, de Cicerón, un documento que cambiaría su vida. Se trataba de un pergamino con siete cantigas del trovador Martin Codax, un cancionero inédito de la poesía galaica de finales del siglo XIII o principios del XIV, que había resistido el paso del tiempo camuflado como un simple forro.
(Relacionada: www.meneame.net/story/pergamino-vindel-lunes-vuelta-vigo-desde-nueva-y)