Publicado hace 3 horas por Pilar_F.C. a conversacionsobrehistoria.info

La historiadora Miriam Saqqa publica la primera investigación que aborda el operativo puesto en marcha por el franquismo para dignificar a sus víctimas, un proceso que “construyó una narrativa política e ideológica” para justificar la represión

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Hacerlos pasar por víctimas
Esta no fue una práctica excepcional, según desvela Saqqa. “Las identificaciones fueron problemáticas y, de hecho, en muchos casos asignan la atribución de mártir y caído a cuerpos que no lograban identificar”, cuenta la historiadora. Esta “atribución política e ideológica forzosa” es fácil de ver en numerosos casos: por ejemplo, en 1943, en Alamillo (Ciudad Real) fueron exhumados dos cuerpos, “enterrados en época roja”, según el alcalde, que a pesar de no haber podido ser identificados fueron enterrados en el cementerio con “honras fúnebres”.
Lo mismo ocurrió con las exhumaciones de Barajas (Madrid), unas de las más numerosas. Fueron recuperados 95 cadáveres, pero solo se logró identificar uno. Aún así, a todos se les enterró en el “Camposanto de Paracuellos del Jarama”, un lugar simbólico para la dictadura que se convertiría en espacio predilecto de conmemoración de los caídos por Dios y por España


Nos queda mucho que aprender sobre nuestra propia historia.

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Si entre los vivos los franquistas y neofranquistas ya consideran que hay clases y clases, entre los muertos también…