El coche es un fantástico instrumento de libertad de movimiento. Las restricciones al tráfico durante el confinamiento de hace unos años han reforzado esa noción de libertad asociada al coche. Y esa libertad de movimiento, que damos por sentada, no es tan evidente en una dictadura. Hay muchas maneras de reclamar esa anhelada libertad, pero hacerlo al volante de un Porsche 911 en una dictadura comunista, burlándose de la policía y de los dirigentes con el apoyo del pueblo, no tiene precio.
|
etiquetas: fantasma , belgrado , dictadura , porsche