Francisco Brines ha muerto en el Hospital de Gandía, donde estaba ingresado tras ser intervenido de una hernia el pasado 15 de mayo, un día después de que los reyes le entregaran el Premio Cervantes en Elca,su casa en Oliva, Llevaba años sin moverse de allí, su casa en el campo de Oliva, lugar fundamental en sus poemas.
Las ventanas reflejan
el fuego de poniente
y flota una luz gris
que ha venido del mar.
En mí quiere quedarse
el día, que se muere,
como si yo, al mirarle,
lo pudiera salvar.
Y quién hay que me mire
y que pueda salvarme.
La luz se ha vuelto negra
y se ha borrado el mar.
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Las ventanas reflejan
el fuego de poniente
y flota una luz gris
que ha venido del mar.
En mí quiere quedarse
el día, que se muere,
como si yo, al mirarle,
lo pudiera salvar.
Y quién hay que me mire
y que pueda salvarme.
La luz se ha vuelto negra
y se ha borrado el mar.
Pa mí que la Leti es gafe. Ha sido ir a verlo y morirse.
"Just in time", que les gusta decir ahora a los de logística.
ahora sera un premio maldito.