Holly tenía sólo 16 años cuando alguien le preguntó si podía practicar sexo porque era alguien con discapacidad. A lo largo de los años le han hecho muchas otras preguntas, como si "puede tener sexo duro" o si tiene que ser en silla de ruedas. "La gente cree que te está haciendo un favor, casi como un sacrificio. Lo peor es que ya no me sorprende ni me ofende". Holly, que ahora tiene 26 años, padece dolor crónico y síndrome de hipermovilidad, y es una de las muchas mujeres con discapacidad que han alzado la voz para desafiar los estereotipos
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Como informático, la entiendo perfectamente y tampoco es para tanto
Pero vamos, yo entiendo que en parte sí es un sacrificio tener que hacerlo en esas condiciones, imagino que cuando se hace será por "amor", aka por dependencia.
Te puedo follar por ti no por mi...
No hace falta ser cruel solo para descargar tu propioa conciencia.
PD: Aparte que esa jóven es bien bonita, en fin, lo que hay que oir. De lo de extrañarse de como folla una ciega ya que decir.
Pero cuanto puto gilipollas y que pocas balas...