El portazo del dirigente del PP conmociona a un partido hecho a su hiperliderazgo. La negativa de Dolores de Cospedal a que siguiera al mando precipita su marcha. Lo raro no es que Javier Arenas se haya marchado del PP andaluz después de quedarse de nuevo plantado frente al Palacio de San Telmo, lo raro es cómo lo ha hecho: atropelladamente, dando barquinazos, sin un proceso sólido, y dejando tras de sí un reguero de llamas susceptibles de convertirse en un incendio enorme.
Comentarios
Adiós señorito.
Qué lástima, si a la séptima va la vencida.
si se fueran al carajo estupendo.. pero se van a expoliar a trincar con las dos manos y de la forma mas sucia posible¿?Que carajo puede aportar un mentiroso a la sociedad¿?