Los dueños de las estancias de la zona pagan por terminar con los perros o depredadores que amenazan a su ganado menor. Para esto pagan 50 pesos por cada par de orejas. Cuando un paisano necesita dinero mata a cualquier perro, le corta las orejas y se las entrega a los dueños de los campos.
Comentarios
Asi se queden sin ganado menor al que proteger.
Gentuza, unos y los otros. La orejas que hay que cortar son las de ellos.
#1 De acuerdo. Da tanto asco como pena.