Los informes secretos del Grupo 45 del Ejército del Aire descubren los menús que solicita la Familia Real. Desde sofisticados platos, como el rosbif y el lomo de corzo hasta guisos españoles, como el pisto con huevo y las habas con jamón. Todo lo que come el Rey cuando viaja en los aviones del Estado.
#2 Lo escandaloso es que cada plato de estos parásitos los pagamos nosotros, además del avión, la ropa y la botellita de cognac a la que su majestad es tan aficionado. Aunque fuera un menú de 8€ con tinto de la casa ya sería escandaloso. Ponte a trabajar, chupóptero.
Este es el menú ideal del Rey don Juan Carlos cuando viaja en avión: paella, carne de ternera o cordero, de beber agua con limón o vino tinto. Pero lo que más le gusta a Su Majestad son las sardinas en lata, eso sí, ni en tomate ni en aceite de oliva, le gustan picantes. Además deben servirse sin la piel, con la guinduilla picada aparte y regadas con el aceite de la misma lata.
La paella también tiene sus indicaciones, nada de marisco con concha, al monarca le gustan más con abundante arroz y sin tropezones. De beber le gustan los buenos vinos, y que sean tintos. Así lo ha revelado la revista Interviú en su segunda entrega sobre los secretos culinarios mejor guardados de los principales mandatarios de nuestro país.
Ahora sabemos lo que no puede faltar en un avión donde viaje Doña Letizia: Lentejas, ibéricos y chocolate. Las lentejas le chiflan, las pide de la variedad pardina y las toma en ensalada con pollo o como primer plato. A la Reina le van los menús vegetarianos: mucha fruta, yogur líquido y palmeritas traídas directamente de una confiteríaa madrileña. Doña Cristina tiene las preferencias más acotadas: ni pollo, ni carne, ni desayuno, a ella lo que le gusta es el caviar y de acompañamiento chocolate negro.
En uno de sus últimos viajes oficiales, el Rey viajó a Moscú para asistir a las negociaciones de la construcción el ave ruso. Pues bien, la factura del catering para 40 pasajeros ascendió a 3.989 euros, algo menos se dejaron los príncipes en su vista a Dansk con motivo de la Eurocopa, 1.295 euros. Eso sí, no son muy buenos amigos del alcohol, entre la Familia real y el presidente del Gobierno el consumo de vino y de cerveza siempre termina siendo mayor en el presidencial.
#5 Te confirmo que tanto el combustible del vuelo, como las dietas de la tripulacion, como el catering el E.A. se lo factura a la Casa Real, igual que cuando viaja el presidente se lo facturan a Presidencia
"desde el sofisticado rosbif"
Acojonante.
Uno podría pensar que después de tanta estrella Michelin la cultura gastronómica de este país habría mejorado.
Receta del sofisticado rosbif: Se pone la carne en una bandeja, se condimenta con sal y pimienta, y al horno a 180 grados, 50 minutos por kilo. Se riege un poco con agua o caldo de vez en cuando.
Comentarios
No veo nada especialmente escandaloso, no son los 1000 pavos que se gastó Rajoy en una cena.
#2 Lo escandaloso es que cada plato de estos parásitos los pagamos nosotros, además del avión, la ropa y la botellita de cognac a la que su majestad es tan aficionado. Aunque fuera un menú de 8€ con tinto de la casa ya sería escandaloso. Ponte a trabajar, chupóptero.
¿El rosbif es sofisticado? Pero si no es mas que un filetón de buey... "roast beef"
http://es.wikipedia.org/wiki/Rosbif
de ahi la expresión: "vivir a cuerpo de Rey"
"Z1 es el Rey; Z2, la Reina; Z3, el Príncipe; Z3c, la Princesa de Asturias; Z4, la infanta Elena; Z5, la infanta Cristina."
El indicativo de Urdangarín es €100.000.000.
Visto en otro lado
Este es el menú ideal del Rey don Juan Carlos cuando viaja en avión: paella, carne de ternera o cordero, de beber agua con limón o vino tinto. Pero lo que más le gusta a Su Majestad son las sardinas en lata, eso sí, ni en tomate ni en aceite de oliva, le gustan picantes. Además deben servirse sin la piel, con la guinduilla picada aparte y regadas con el aceite de la misma lata.
La paella también tiene sus indicaciones, nada de marisco con concha, al monarca le gustan más con abundante arroz y sin tropezones. De beber le gustan los buenos vinos, y que sean tintos. Así lo ha revelado la revista Interviú en su segunda entrega sobre los secretos culinarios mejor guardados de los principales mandatarios de nuestro país.
Ahora sabemos lo que no puede faltar en un avión donde viaje Doña Letizia: Lentejas, ibéricos y chocolate. Las lentejas le chiflan, las pide de la variedad pardina y las toma en ensalada con pollo o como primer plato. A la Reina le van los menús vegetarianos: mucha fruta, yogur líquido y palmeritas traídas directamente de una confiteríaa madrileña. Doña Cristina tiene las preferencias más acotadas: ni pollo, ni carne, ni desayuno, a ella lo que le gusta es el caviar y de acompañamiento chocolate negro.
En uno de sus últimos viajes oficiales, el Rey viajó a Moscú para asistir a las negociaciones de la construcción el ave ruso. Pues bien, la factura del catering para 40 pasajeros ascendió a 3.989 euros, algo menos se dejaron los príncipes en su vista a Dansk con motivo de la Eurocopa, 1.295 euros. Eso sí, no son muy buenos amigos del alcohol, entre la Familia real y el presidente del Gobierno el consumo de vino y de cerveza siempre termina siendo mayor en el presidencial.
#11 eso ya lo sabia, pero insisto, que vengan comidos de casa, y si puede ser que lleven el combustible.
pues con lo que cobran, ya podrían venir comidos de casa
#5 Te confirmo que tanto el combustible del vuelo, como las dietas de la tripulacion, como el catering el E.A. se lo factura a la Casa Real, igual que cuando viaja el presidente se lo facturan a Presidencia
Esto seguro que no salía en los presupuestos que sacaron hace un tiempo.
Y luego dicen que sale barato.
viven como reyes
2012 y monarquía... sinceramente "yo no entender"
"desde el sofisticado rosbif"
Acojonante.
Uno podría pensar que después de tanta estrella Michelin la cultura gastronómica de este país habría mejorado.
Receta del sofisticado rosbif: Se pone la carne en una bandeja, se condimenta con sal y pimienta, y al horno a 180 grados, 50 minutos por kilo. Se riege un poco con agua o caldo de vez en cuando.