Normalmente prestamos mucha atención a nuestros pensamientos y emociones negativas, y siempre queremos solucionar nuestros problemas hablando y debatiendo con los demas y con nosotros mismos. ¿Y si el origen y el mantenimiento de la ansiedad y de los propios problemas estuviera en racionalizar tanto? La METAFORA DEL AUTOBUS ofrece otra solución: la aceptación de los efectos secundarios de vivir y de los malos rollos (esos pasajeros negativos) en vez de alimentarlos con atención. Pena que haya que registrarse en la web, pero me gustó la metafora
Comentarios
Tienes razon: prestamos demasiada atencion a los pensamientos negativos en vez de crear oportunidades y poner remedio a lo que no nos gusta.
Es tan poco productivo quejarse de los mismos problemas una y otra vez!!!
La metafora no incide tan directamente en las quejas (que se suelen mantener por la atencion social) como en el debate interno que solemos tener contra nuestros miedos y pensamientos negativos. Cuando nos dedicamos a estar pendientes de lo que tememos, de lo que podemos o no hacer, de como nos sentiremos si hacemos esto o lo otro, etc. muchas veces de ocuparnos de lo que importa, de seguir el camino previsto. Podemos sentirnos y pensar mal, pero seguir haciendo?
Me faltó poner una palabra en esta frase:
"(...) muchas veces DEJAMOS de ocuparnos de lo que importa, de seguir el camino previsto".