De ser un Estado, las dependencias de Catalunya serían como las de cualquier Estado europeo. Catalunya no es singular ni especial. ¿Lo es?. Casi diría que la intervención del aparato institucional catalán ha logrado erosionar algunas marcas de distinción catalanas. Más que hacerla especial, la han vulgarizado. Junts pel Sí aprendió algo del 15M y es que la legitimidad y la capacidad de representación de un acontecimiento es hoy mil veces mayor que la de un partido.
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