Los creativos tocan cima sugiriendo que Rivera es la humildad hecha persona. Un superhéroe sin capa y con los calzoncillos por dentro que nos va a buscar curros con sueldazos. La alternativa natural. Ni de izquierdas ni de derechas pero incitando al odio tachando de ninis y parásitos a los jóvenes que proponen un cambio como el que Ciudadanos presume de abanderar. El anuncio en su totalidad es simple, oscuro y ruin. Lo único capaz de mejorarlo sería Cañita Brava en la escena final reclamándole seis mil pesetas de whisky al joven “podemita”.
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