#23 No es un simple SMS.
Es una ventana emergente que te aparece y el móvil empieza a vibrar y a sonar y no desaparece hasta que no le das a ACEPTAR.
Han Mandado mensajes similares luego en Castellón y el sur de Catalunya
#23 Falta legislación y educación. Una alerta roja debe ser para para todo y ponerse a salvo, bien sea en casa o dependiendo de la alerta, en lugar en alto. Daños materiales serán inevitables, pero personales, evitables casi al 100%...
#23 siento disentir, pero aquí en Pamplona estamos en preaviso de inundación y siempre siempre que se avisa se deja a acordonadas con las policías locales de cada municipio y no ves un alma en las zonas inundables, y los pocos coches que puedan quedar, ni el 5 por ciento de los que podría haber en mi zona de un día normal que se queden, los retiran las grúas.
#23 yo estaba en Corea hace 2 años y picos durante las inundaciones de Seúl. Los móviles metían un pitido infernal por la mañana y aparecía un sms en el móvil. Diria que duró 2 o 3 días. Bastante molesto e intrusivo, pero visto lo que ha pasado en Valencia, igual no hubiera estado mal hacerlo.
Los coches son ordenadores sobre ruedas y deberían ser mucho más multiuso que lo que son hoy en día.
Pedazos de aluminio y plástico aparcados la mayoría del tiempo para ser usados como mucho 1-2 horas al día.
Tendrían que cobrar impuestos a los vehículos inversamente proporcional al uso... cuatro gatos tendrían coche y el transporte público sería notablemente más eficiente y alternativa real al vehículo privado.
#72 ¡Ah, claro, ahora resulta que soy yo el que tiene que justificarme ante ti! Te lo diré de una manera sencilla: el problema no es que hayan desaparecido empresas o que se hayan perdido puestos de trabajo. ¡El problema es que muchos no tienen ni idea de lo que significa manejar una empresa! Es muy fácil hablar desde fuera y dar lecciones, pero aquí estamos hablando de sacrificios, de invertir esfuerzo y dinero, y de lidiar con decisiones que afectan a cientos de familias.
Las subidas del SMI, cuando son desproporcionadas, no solo impactan en los márgenes de beneficio, sino que también pueden llevar a que las empresas más frágiles no puedan soportar la presión y terminen cerrando. Entonces, ¿cuántas empresas han desaparecido? No lo sé, pero el hecho es que, si seguimos por este camino de exigir aumentos sin sentido y sin diálogo, habrá muchas más. Y cuando eso pase, ¿a quién le importa? ¿A los sindicatos? ¡Por favor! Ellos solo miran sus mariscadas, mientras nosotros nos quedamos con el lío de cerrar el chiringuito. ¡Así que un poco de respeto y sentido común, que no es tan difícil de entender!